Plantar verduras y hierbas en maceta aún es más fácil que cultivar frutales. En este caso, sin duda hay que prestar una atención especial al lugar. A todas las especies les conviene un sitio soleado hasta se-miumbrío. Por el contrario, pocas especies toleran un lugar siempre sombrío. La sombra de la espesa copa de un árbol o de un edificio contiguo apenas es apropiada para lo que no sean berros y lechugas rizadas. En balcones especialmente salientes, se suma el factor del viento que influye negativamente; sólo podríamos apostar por este emplazamiento si fuera posible recurrir a esteras de ¡unco o de plástico. En la tabla de la página siguiente se recogen datos más precisos acerca de las necesidades de luz y de la sensibilidad al viento de cada una de estas plantas.
Para el abastecimiento de nutrientes de las verduras anuales se emplean abonos de larga duración; de no hacerlo así, se fertiliza regularmente con dosis reducidas de abono mineral. Calibrar la cantidad y el grado de concentración óptima para cada tipo de cultivo es una cuestión de experiencia, ya que un recipiente pequeño puede presentar rápidamente una falta de nutrientes o por el contrario un exceso de abono. Las hierbas aromáticas que aún conservan en gran parte su carácter de planta» silvestres y que poseen una escasa necesidad de nutrientes, se contentan casi siempre con tierra mezclada con raspadura de cuerno.
sábado, 17 de enero de 2009
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