A primera vista, se diría que ya tenemos resuelto el problema de la mezcla de tierra adecuada para nuestras plantas con los sustratos preparados que hay en el mercado. Antaño era distinto: los antiguos libros de plantas dedicaban capítulos enteros a la composición de la tierra.
Desgraciadamente, no todos los preparados de tierra que se encuentran en el mercado cumplen los requisitos exigibles para el cultivo en maceta.
Sobre todo los productos baratos, a menudo poseen un contenido de turba tan alto que, a largo plazo, su composición resulta verdaderamente perjudicial para las plantas; el agua de riego fluye llevándose los nutrientes a su paso, las raíces tienen escasa sujeción al suelo y a la larga la planta se seca. Los sustratos de corteza, en aumento actualmente, no dan un resultado mucho mejor, y en tanto que carezcan de marca de fábrica, su composición siempre será dudosa. Este tipo de productos para grandes tiestos sólo son útiles si poseen determinadas características fisicoquímicas en relación a las plantas que se desee cultivar.
En general podemos afirmar que es deseable una buena capacidad de aireación, para que las raíces respiren bien, alta capacidad de retención de agua y nutrientes, pH adecuado, buen nivel de materia orgánica y estabilidad de las características físicas a lo largo del tiempo, así como homogeneidad en su presentacion.
martes, 6 de enero de 2009
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