Estos arbolitos perennes son plantas ornamentales en todos los países tropicales debido a sus interesantes hojas en forma de herradura, que recuerda también a una huella de vaca, pero ante todo a causa de sus atractivas flores estriadas en tonos violetas, amarillos, blancos o incluso de varios colores y que recuerdan un poco a la orquídea. Sin embargo, la que predomina es sobre todo la de flor blanca.
La especie más resistente es la Bauhinia grandi-flora, de flor blanca, cuyos ejemplares adultos llegan a resistir heladas ligeras. Las flores más espectaculares las proporciona la Bauhinia variegata, de color lila.
Pueden crecer como arbolitos o como arbustos ramificados desde la base; en cualquier caso, es conveniente un recipiente bastante grande y un suelo algo arcilloso. Suelen desprenderse de la vegetación a la salida del invierno, no brotando de nuevo hasta el mes de abril, aproximadamente.
Emplazamiento: soleado, cálido y protegido; si está en un recinto acristalado se recomienda una
ligera protección contra el sol.
Riego: mantener uniformemente húmedo.
Abono: de marzo a septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 10 y 15 °C.
Multiplicación: por semillas o por esquejes en bancales de multiplicación con el suelo a 25 °C
de temperatura.
martes, 27 de enero de 2009
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