M. grandiflora, originaria de América del Norte, generalmente se entiende bien con los inviernos fríos. La variedad 'Gallisoniensis* ha demostrado realmente su capacidad de resistencia a las heladas. Plantada al aire libre y protegida del viento, un ejemplar de esta magnoliácea ha superado incluso periodos de heladas a unos 25 °C bajo cero, aunque —eso sí— luego ya no ha vuelto a florecer. Por consiguiente, no merece la pena hacer este tipo de experimentos.
La vistosidad de esta planta radica en sus grandes hojas verdes, lacadas y resistentes y en sus aromáticas flores de color blanco crema, que abiertas alcanzan un diámetro de hasta de 25 cm, muy perfumadas. En principio La magnolia tolera la poda, aunque las tijeras deben emplearse siempre de forma comedida. Debido a su resistencia a las heladas se recomienda dejar la .\/. grandiflora en e¡ exterior.
Emplazamiento: soleado o ligeramente umbrío.
Riego: en verano en abundancia.
Abono: sólo ocasionalmente hasta agosto.
Alojamiento invernal: entre los 2 y 10 °C.
Multiplicación: por esquejes de punta en verano (con resultado incierto). También por acodo
aéreo.
domingo, 1 de marzo de 2009
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