El único inconveniente de esta atractiva palmera es su rápido crecimiento, ya que después de algunos años apenas si cabe en la maceta. Contrariamente al palmito elevado (trachycarpus fortunei), no puede vivir en lugares con heladas fuertes.
Al igual que las trompetas del juicio y las adelfas, en la primavera se pueden reducir las raíces laterales de la palmera canaria, asi como también la zona inferior con un cuchillo afilado; de este modo se consigue espacio en el tiesto para la tierra nueva.
Emplazamiento: soleado.
Riego: mantener uniformemente húmedo.
Abono: todo el verano, a lo sumo cada 14 días.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 5 y 10 °C y una moderada humedad del suelo. Multiplicación: por semillas; las plantas jóvenescrecen lentamente.
martes, 3 de marzo de 2009
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