Jazmín chileno

En otro tiempo perteneciente a la especie Diptti-denia, esta planta enredadera de la familia de las apocináceas es una de las enredaderas con llores más atractivas para el cultivo en maceta. Los vastagos, en cuyos extremos y ejes se forman en racimos las flores completamente blancas y muy aromáticas, pueden alcanzar varios metros de longitud, de manera que se debe sujetar la planta a un espaldar o soporte para ayudarla a trepar. La floración se mantiene todo el verano.
Dado que la M. laxa no es demasiado sensible a las heladas se puede dejar en el exterior relativamente bastante tiempo. Antes de la llegada del invierno, los vastagos se cortan dos palmos por encima del suelo y luego se coloca la planta en un recinto fresco y oscuro, donde se la deja sin aportaciones de agua. El jazmín chileno atrae casi de forma mágica a los pulgones, por lo tanto, cada vez que se riega hay que prestar atención a los ataques de parásitos y actuar contra ellos regularmente. Si los parásitos invaden todo el espaldar, es difícil combatirlos. Debido a esta propensión, puede ocurrir que si le envían expresamente esta planta la reciba con pulgones. Por ello se recomienda mirar con lupa los ejemplares recién llegados.

Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: todo el verano en abundancia,
Abono: hasta agosto, cada semana; cuanto más crece más florece.
Alojamiento invernal: fresco, entre los 4 y 8 °C, oscuro y seco: cuando se pone a cubierto, la tierra tiene que estar tan poco húmeda como sea posible.
Multiplicación: por esquejes con una alta temperatura en el suelo: lo mejor son los bancales de multiplicación cerrados; muy fácil por semilla, si bien es difícil encontrarla en el mercado.