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El cultivo en maceta de plantas como la trompeta del juicio, la
margarita de verano o la yuca constituye una de las actividades más atractivas de la jardinería. Sin embargo, los cuidados que requieren este tipo de plantas no siempre son sencillos. Espero informar de manera concisa y clara acerca de las medidas que deben aplicarse para disfrutar de los cultivos en maceta, atendiendo a los nuevos conocimientos y experiencias dentro de este campo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Trompeta del juicio

Desde mediados de los años setenta, cuando una importante revista de jardinería alemana daba a conocer por primera vez a sus lectores esta solanácea, la Datura experimentó un auge sin precedentes que se ha mantenido hasta hoy. Esto sólo se entiende porque ésta se cuenta sin duda entre las plantas para maceta más bonitas y espectaculares. A esto hay que añadir acaso que ios cuidados que precisa son poco problemáticos, muchos de los cuales se relacionan con la peliaguda cuestión del alojamiento invernal. Únicamente hay que regar y abonar de forma muy abundante, pero no dejan de ser exigencias que se pueden cubrir fácilmente.

Para los aficionados a las plantas, la toxicidad de Datura —a la que se ha aludido tantas veces— es mucho menos dramática de lo que con frecuencia se supone. Ciertamente, todas las partes de la planta contienen alcaloides tóxicos (las semillas en particular), pero tiene que consumirse en grandes cantidades para que causen efectos alucinógenos, náuseas y otros trastornos. Las partes más tóxicas de la planta, a saber, los frutos y las semillas, no suelen aparecer en cultivo. Probablemente, las judías verdes, ingeridas crudas, sean mucho más peligrosas para los niños pequeños.

Al aficionado a la jardinería —sobre todo al ex perro— le resulta difícil elegir por el nombre la especie o la variedad que le interesa entre el amplio surtido existente, ya que en ninguna otra planta ornamental se da una confusión tan grande en la ordenación botánica como en la Datura. Las jardinerías y el mercado exportador de plantas a menudo poseen su propia nomenclatura, distinta a las demás, donde los datos sobre las variedades se ilustran a menudo con nombres de pura fantasía como 'Tenerife' o 'Marrakesch'. Con nombre estrictamente botánico sólo figuran las especies o los híbridos D. áurea, D. x candida, D. rosei, D. sanguínea, D. suaveolens D. versicolor. En algunos casos, el género Datura se conoce también con el nombre de Brugmansia. Según Fritz Encke, un experto en plantas exóticas, la D. arbórea, que aparece siempre en las clasificaciones de plantas, ya no se cultiva. La misteriosa «Datura azul» que siempre es tema de conversación entre los círculos de aficionados, es auténtica. Supuestamente se trata de un descendiente de la D. stramoniwn, conocida como estramonio, que se encuentra en estado silvestre sobre todo en escombreras y escoriales. Las flores aromáticas, de 10 a 12 cm de largo que crecen erguidas, están teñidas más o menos intensivamente de color lila azulado, mientras que su cáliz es blanco crema, Las variedades arbustivas, y sólo éstas, son aptas para el cultivo en maceta.

Sus flores colgantes o laterales son completamente blancas, anaranjadas o rosa y con frecuencia despiden un aroma casi narcótico. D. suaveolens, la trompeta del juicio auténtica, yergue lateralmente sus flores de trompeta —que penden con el calor del día— al atardecer. En esos momentos, e! olor es tan intenso que puede provocar dolor de cabeza, especialmente tratándose de las variedades blancas con cálices dobles y colgantes en largos tallos. También presentan grandes diferencias en su aspecto, en las características de crecimiento, así como en la forma y tamaño de la hoja. Las variedades rosadas de la D. swtveolenst con flores de trompeta de 30 cm de largo, tienen un crecimiento especialmente rápido y muy frondoso.

Cuando se descuidan sus necesidades, todas las Datura se convierten en plantas «de comportamiento desordenado». Dado que las flores individuales que aparecen durante todo eí verano a ráfagas se conservan poco y penden lánguidas y mustias, se deben retirar ks que están marchitas. Asimismo, un corto periodo de sequía puede conducir a que las hojas se mustien inmediatamente, aunque su aspecto es peor de lo que es en realidad, ya que después del riego el follaje se endereza rápidamente otra vez. Esta circunstancia es casi perceptible a la vista. Puede suceder que parte de estas hojas se caigan después, pero es un fenómeno natural que no perjudica su desbordante vegetación, mientras se vigilen estas pérdidas.

Respecto a los parásitos, pueden presentarse pulgones que carcomen los bordes de la hoja con su aparato chupador, pero sobre todo chinches. Los daños que causan en la Datura pueden denominarse como característicos y se distinguen en que éstos perforan activamente las hojas. Las chinches atacan la planta en el momento en que brota, o sea, cuando las hojas están todavía enrolladas en estado larvario; cuando los daños se hacen visibles, los parásitos hace tiempo que han desaparecido.

Dado que la Datura tolera una poda casi a ras de suelo, algunos jardineros aficionados tienden a someter a sus trompetas del juicio en otoño a esta cura radical antes de guarecerlas. Tal vez no la dañe, pero trae como consecuencia que al año siguiente tarda su tiempo hasta que la planta crece nuevamente. Lo más apropiado es efectuar una poda para darle forma, de modo que sólo se retiren los tallos demasiado largos, los débiles o los marchitos. El mejor momento es la primavera, pues hay que contar con la circunstancia de que algunos vastagos se secan en el alojamiento de invierno.

La Datura debería estar por norma genera! en la maceta más grande de que se disponga, puesto que cuanto más espacio tengan las raíces, más abundante será la floración. Por ello, precisamente con las trompetas del juicio, merece la pena el trasplantarlas en un cesto de plástico con grandes aberturas.

Aún dos consejos más: después del invierno, saque la Datura de la maceta y elimine con un cuchillo afilado una buena capa del cepellón. De esta forma, el espacio que ha quedado entre las raices y la pared del recipiente puede rellenarse nuevamente con tierra ya empaquetada o con una buena tierra de jardín provista de un par de puñados de raspadura de cuerno.
Si realiza al mismo tiempo una intensa poda, puede hundir los vastagos en la tierra y colocarlos en un lugar apropiado donde muy pronto se desarrollarán como plantas vigorosas, floreciendo incluso el mismo verano; luego, evidentemente, hay que guardarlas para que no sean víctimas de las heladas.

En la multiplicación por esquejes de la trompeta del juicio es indiferente elegir las puntas de los vastagos o fragmentos de la pane central del tronco. Lo único que importa es que la parte inferior del punto de corte quede enterrado en el suelo. La multiplicación por esquejes es posible durante todo el año, incluso en invierno; en tal caso y si las circunstancias lo permiten, sólo hay que esperar varias semanas hasta que se formen las raíces. Esto vale también cuando el esqueje se coloca sencillamente en un vaso con agua. Al trasplantarlo hay que manejarlo con cuidado, ya que las «raíces del agua» (las blancas) son extraordinariamente quebradizas.

Emplazamiento: soleado, mejor un poco a la sombra.
Riego: muy abundante, el suelo nunca debería estar seco; en verano se tiene que echar mano varias veces de la regadera; la calidad del agua no tiene importancia.
Abono: cada semana con un abono integral líquido: hay que verter también granulado azul en el sustrato y luego regar intensamente.
Alojamiento invernal: a ser posible en un lugar fresco, entre los 4 y 3 2 °C, luminoso u oscuro.
Multiplicación: por esquejes, simple.

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