Como especie de cuidado más simple y menos complicada, se ofrece la S. corymbosa, cuya variedad piurijuga (a menudo denominada también S. floribunda es la más atractiva. En Argentina, su lugar de origen, esta papilionácea alcanza de I a 3 m de altura, con ramos de flores amarillas en umbela que se forman en el extremo del vastago. Este arbusto resulta especialmente atractivo como tronquito alto.
Tras una poda de rebaje antes de guarecerlo, puede pasar el invierno en un lugar fresco y oscuro. La planta debe mantenerse bastante seca. La S. didymobatrya, el arbusto de cera del África tropical, con sus ramas de flores amarillas y erguidas de hasta 30 cm de largo es sin duda la especie más bonita, si bien algo más difícil de cuidar. Su alojamiento invernal debe ser luminoso y mantenerse a unos 10 °C.
Ambos arbustos florecen durante todo el verano, hasta bien entrado el otoño y se desarrollan mejor si están plenamente al sol; deben fertilizarse cada semana y recibir agua constantemente, de forma que la tierra nunca se seque.
Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: en verano, mantener bien húmedo.
Abono: cada semana.
Alojamiento invernal: la 5". corymbosa en un lugar oscuro, entre los 2 y 5 °C; la S. didymobotrya, al revés: luminoso, a unos 10 °C.
Multiplicación: por esquejes no muy cortos.
jueves, 5 de febrero de 2009
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